
Saludos. El amigo @finec en su espacio como columnista por un día nos deja la invitación a reflexionar sobre los vínculos sociales. Les comento…
Ayer mientras esperaba mi turno para una consulta médica tuve que compartir el espacio con una señora, más o menos de mi edad, que no paraba de interrogar a los demás. Posaba la vista en una persona e inmediatamente comenzaba a preguntarle que por qué estaba allí, que a qué se dedicaba y cosas por el estilo.
Como respuesta la mayoría de la gente se mostraba sorprendida, casi nadie espera que algún extraño se plante ante él en tono inquisitorio, y digo inquisitorio porque era así como me sonaban las preguntas de la señora. Yo la escuchaba y no podía encontrar nada amistoso en su manera de preguntarle a los demás.
Mientras la escuchaba pensaba que quizá tendría una necesidad muy grande de comunicarse con los otros, lo que no tendría nada de censurable sino más bien habría que celebrar. Una gran parte de nuestros problemas como sociedad está en la falta de comunicación. Sin embargo, el tono que usaba para dirigirse a los otros por lo menos creaba incomodidad.
Esta apreciación la confirmé cuando la señora se marchó, inmediatamente las personas comenzaron a murmurar en voz baja sobre lo impertinente que era.
Si la intención de la señora era lograr algún acercamiento con los otros no lo estaba logrando, su manera de intentarlo más bien conseguía el efecto contrario.

Aprender a relacionarnos con los demás no es algo que se da de modo natural, lo vamos aprendiendo a lo largo de la vida. Como siempre nuestra primera escuela es la familia. Si allí tenemos la oportunidad de aprender a dirigirnos de manera respetuosa, sin buscar de imponer nuestro criterio, y tratando de facilitar el diálogo, habremos adquirido algo de gran valor.
Si no es así nos tocará desaprender muchas cosas para adquirir nuevas formas de abordar a los demás, que sean más amigables y empáticas. Caso contrario, nos quedaremos como la señora de la historia de la consulta médica, alejando a la gente.
En mi infancia no recibí buen entrenamiento en el acercamiento con los demás. Mi madre cultivaba muy pocos amigos fuera del entorno familiar, su lema era que sus amigos eran su familia.
Ahora que reflexiono más sobre aquel tiempo me doy cuenta que en su discurso había mucho de desconfianza hacia el mundo exterior.
Sin embargo, por fortuna para ella en algún momento esa mirada suya tuvo que haber cambiado, porque hoy día se precia de ser una señora que consigue amigos con facilidad, de hecho a sus noventa años trabaja en un mercado donde siempre cuenta con alguien dispuesto a hacerle algún favor.

Con el paso del tiempo he ido valorando más la importancia de cultivar vínculos, un asunto en el que no fui muy bueno en algunas etapas de mi vida. Para este cambio en mi disposición a cultivar las relaciones sociales ha sido determinante la migración de muchos buenos amigos y familiares.
Llegó un momento en que me di cuenta que los de siempre no estaban ya, solo tenía contacto con ellos a través del internet. Así que me puse manos a la obra y ya llevo algunos años cultivando un acercamiento con vecinos a los que trataba muy poco, que siempre habían estado allí, con buena disposición, pero que yo había descuidado por algún motivo.
La verdad es que este cambio en mi manera de ser me ha sido de mucho provecho. Tener un grupo de personas cercanas con las que poder pasar un rato conversando cara a cara es algo realmente valioso.
Con frecuencia pienso que hay muchas cosas importantes a las que la escuela le presta poca atención, una de ellas es la relacionada con el cultivo de vínculos sociales. Sería maravilloso que dentro del currículo hubiese un espacio donde los niños y adolescentes aprendieran a valorar más las relaciones sociales, seguramente que enseñanzas de ese tipo contribuirán a tener un mundo mejor.
Gracias por tu tiempo.


Greetings. Our friend @finec, in his role as columnist for a day, invites us to reflect on social bonds. Let me tell you about it...
Yesterday, while waiting my turn for a doctor's appointment, I had to share the space with a woman, roughly my age, who wouldn't stop questioning others. She would fix her gaze on a person and immediately start asking them why they were there, what they did for a living, and things like that.
Most people responded with surprise; hardly anyone expects a stranger to approach them in an inquisitive tone, and I say inquisitive because that's how the woman's questions sounded to me. I listened to her and couldn't find anything friendly in the way she asked others questions.
As I listened to her, I thought that perhaps she had a great need to communicate with others, which would not be reprehensible at all, but rather something to be celebrated. A large part of our problems as a society lie in a lack of communication. However, the tone she used to address others was, at the very least, uncomfortable.
This assessment was confirmed when the lady left and people immediately began to murmur quietly about how impertinent she was.

If the lady's intention was to get closer to others, she was not succeeding; her way of trying was having the opposite effect.
Learning to relate to others is not something that comes naturally; we learn it throughout our lives. As always, our first school is the family. If we have the opportunity to learn to address others respectfully, without seeking to impose our criteria, and trying to facilitate dialogue, we will have acquired something of great value.
If not, we will have to unlearn many things in order to acquire new ways of approaching others that are more friendly and empathetic. Otherwise, we will remain like the woman in the story about the doctor's office, pushing people away.
In my childhood, I did not receive good training in how to approach others. My mother had very few friends outside the family circle; her motto was that her friends were her family.
Now that I reflect more on that time, I realize that her discourse was marked by a great deal of mistrust toward the outside world.
Fortunately for her, however, at some point her outlook must have changed, because today she prides herself on being a woman who makes friends easily. In fact, at the age of 90, she works in a market where she always has someone willing to do her a favor.

Over time, I have come to appreciate the importance of cultivating relationships, something I was not very good at during certain stages of my life. The migration of many good friends and family members has been a determining factor in this change in my willingness to cultivate social relationships.
There came a point when I realized that my old friends were no longer there, and I only had contact with them through the internet. So I got down to work and for several years now I have been cultivating closer relationships with neighbors I had little contact with, who had always been there, willing to help, but whom I had neglected for some reason.
The truth is that this change in my way of being has been very beneficial to me. Having a group of close friends with whom I can spend time talking face to face is something truly valuable.
I often think that there are many important things that schools pay little attention to, one of which is the cultivation of social bonds. It would be wonderful if there were a space within the curriculum where children and teenagers could learn to value social relationships more. Surely, lessons of this kind would contribute to a better world.
Thank you for your time.
Translated with DeepL.com (free version).








Comunidad Be Entrepreneur

 
@irvinc saludos. Que buen tema traes para compartir. Me gusta mucho, especialmente porque reflexionaba los extremistas que somos las personas. Por una parte, hay personas con exceso de necesidad para comunicarse y terminan siendo muy imprudentes y causan incomodidad, y por otro lado, hay personas que nos cuesta mucho hacer vínculos y relaciones sociales, sobre todo mantener conversaciones por largo tiempo.
Cómo bien dices, esto es una habilidad que se cultiva y se va alimentando con el pasar de los años, sobretodo cuando somos personas de más edad entendemos la importancia del vínculo, podemos ser muy selectivas pero sabemos lo importante de comunicarnos, manteniendo equilibrio, respeto y prudencia. 💞
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Saludos @irvinc, también me he topado con personas asi jajaja la verdad no es agradable pero me llama mucho la atención la perspectiva de el tema de conectar con los demás, y también un poco de empatía al tratar de entender que quizá otros buscan acercarse y no son los mejores haciendo.
Por otro lado me llama la atención esto que comentas:
Reflexiono que puede tener mucha logia, incluso a pesar de que me gusta entablar relaciones con las personas soy muy selectivo.
Saludos estimado @irvinc interesante su relato.
Yo también le hubiera preguntado de vuelta a la señora muchas cosas sin conocerla. Mi padre es un poco así, pero a veces usa más suavidad al preguntar y al abordar a las personas. En el fondo siento que necesita apoyarse en testimonios de otros para evaluar si definitivamente entraba o no al sitio. Solo suposiciones mías 😅
Gracias por llevarnos a diferentes escenarios con su escrito.
Hola @irvinc. Socializar no siempre es fácil, sobre todo con personas que son bruscas al expresarse, algo que he notado con alguna insistencia es que las personas después de cierta edad se creen o nos creemos con derecho a decir lo que nos plazca y a veces sin ninguna delicadeza, el detalle con esto es que en vez de receptividad lo que se logra escrechazo