Buen día, amigos lectores y compañeros de Holos &Lotus.
Jugamos a cocinar, jugamos al doctor, a los policías y ladrones, jugamos a que somos bomberos, o pilotos, jugamos con nuestras mascotas y con todo lo que nuestra imaginación nos sirva en bandeja de plata. Cada momento de juego nos prepara para nuestro futuro, nos adiestra y nos señala las diferentes formas en las que podremos resolver conflictos y solventar las situaciones.
A través del juego desarrollamos diferentes habilidades que luego en la adultez nos beneficien en la resolución de conflictos, en la búsqueda de soluciones o en el logro de las metas planteadas.
Luego crecemos y la rutina del trabajo, la crianza de los hijos, los quehaceres del hogar y demás actividades demandantes, terminan absorbiendo gran parte de nuestro tiempo. Al final del día estamos tan agotados, que lo único que queremos es caer rendidos en nuestra cama y a veces a muchas personas ese privilegio también les cuesta.
Seguir jugando:
Así como lo dice la iniciativa: elige jugar todos los días. Podemos seguir jugando aun cuando ya somos adultos y nos rodean las responsabilidades. Tomarnos ese tiempo de distracción es un regalo maravilloso que podemos darle a nuestro ser.
Existen muchas formas de jugar. Pero la más saludable es la que se puede realizar en tiempo real y mejor aún en compañía. Por ejemplo, los juegos de mesa, son una fascinante forma de experimentar la diversión. El ludo (parchis) damas chinas, retos al conocimiento, monopolio, mímicas, ajedrez, uno, soldados, trivias y más son juegos superdivertidos para realizar en familia o con amistades.
Así como le damos importancia a la toma de medicamentos, o al cuidado de los dientes, de la mente y de la salud en general, jugar debería ser tomado como una medicina natural, que nos beneficia. Y regalarnos durante la semana, momentos de juego nos puede ayudar mucho a reducir el estrés y a compenetrarnos con nosotros mismos.

Un perrito juguetón.
Juegos que dejan huella:
Existen juegos que de alguna forma dejan huella en nosotros. Son aquellos juegos que representan momentos de complicidad y unión con nuestros seres amados. Por ejemplo, un juego de pelotas, ya sea básquet, fútbol o béisbol, que se convierte en una bonita rutina entre padre e hijo, entre hermanos o entre mejores amigos.
Jugar a las muñecas con alguna amiga es divertido, pero queda en nuestra memoria para siempre, cuando jugamos en algún momento con nuestra abuela o con nuestra madre. De niña, un par de veces mi abuela me ayudó a coserle ropita a mis muñecas y tengo atesorado esos momentos cuando jugamos a medirle la ropa a las muñecas, a ver cómo les quedaban.
Con mi mamá y mis hermanos jugué muchas veces, y aquellos momentos de risas permanecen en mí como un gran tesoro.
Jugar en compañía de tus hermanos o vecinos, no tiene precio. Yo tuve la dicha de crecer rodeada de mis hermanos y vecinos, con los que pasé horas y horas de tardes entretenidas jugando a lo que se nos ocurriera. Fueron momentos que no unieron muchísimo.
Una mamá que juega:
El día a día me mantiene ocupada en diferentes oficios y labores, pero me encanta dejarme llevar cuando alguno de mis tres hijos me invita a jugar. Mi hijo Álvaro me peina y me amarra diferentes objetos en la cabeza, ja, ja, ja, ja. Él juega a que es un peluquero que no sabe nada, así me dice. Se trata de que yo soy la clienta inocente que llega a su tienda y él me ofrece una gran cantidad de opciones para acicalarme y luego resulta que en mitad del proceso tengo que descubrir que es un peluquero que no sabe lo que hace. Él se ríe mucho, de cómo me deja toda despeinada.

Jugando al maquillaje.
Mi hija Vivi, me maquilla y me hace clinejas, moños y peinados. Ella pretende que yo me quede así, "maquillada" o "peinada" todo el día. A veces se me olvida y tocan el timbre y salgo a atender la puerta con mis moños disparejos. Ja, ja, ja, ja.
Con Álvaro y Vivi, también juego a la cocina, al restaurante, heladería o lo que sea que tenga que ver con comida rápida.
Con mi hija mayor y sus hermanos, jugamos al Uno o a otro tipo de cartas. Algunos fines de semana jugamos los 5.
Un papá que juega:
Mi esposo juega mucho con los niños. A veces juegan al avión o al muñeco, una especie de juego que hacen marcando con tiza un tablero en el suelo y lanzando piedritas que marcan un turno y luego se persiguen con una pelota. Yo no lo entiendo mucho, pero me divierto al verlos correteando. A veces nuestro perrito Will les roba la pelota y es muy cómico verlos persiguiéndolo para recuperarla.
En la cama tienen miles de juegos con su papá. Lo llaman el parque de diversiones porque él es grande y para ellos es como una montaña para escalar y reírse porque el pago por subir son muchas cosquillas.
Cuando van a dormir, se turnan para buscar a su papá para que los arrope y les dé la bendición, entonces, mientras uno busca a papá, los otros dos se esconden y, mientras papá va en camino, el que vino a buscarlo se esconde también. El papá termina dando una ronda de "búsqueda" (son muy fáciles de conseguir) y los atrapa y los lleva a la cama. Eso tooooodas las noches. Y como a mi esposo le gusta buscarlos y hacerles cosquillas, creo que a ese juego todavía le quedan muuuuchas noches.
Elijo jugar todos los días. Con mis hijos, con mi gente, y hasta con los juegos que ofrecen las redes, me entretengo. Juguemos porque así sanamos.
Gracias por leerme.

Jugando bajo la lluvia, con los vecinos.
Disfruté mucho la lectura de tu publicación, y los imaginé a cada uno jugando, fue fácil, es lo que veo cada día. Gracias a Dios.
Me encanta verlos jugar y cuando juego con ellos me divierto bastante. Sobre todo el juego de la peluquería ja, ja, ja, ja.
Con esa última fotografía me hiciste recordar los momentos felices que viví bañandome en la lluvia. Mientras haya vida siempre habrá juegos.
A mis hijos les encanta bañarse en la lluvia, pero en estos últimos meses no se los he permitido porque hay mucha gripe por ahí. Gracias por venir y comentar.
Que bello juegan sus hijos, bañandose en la lluvvia, ese padre si es buenisimo jungando con sus hijos y eso no tiene precio, es lo mejor que puede hacer un padre divertirse con sus hijos.
Para jugar no hay edad, solo falta las ganas y el entusiasmo, bien sea un juego de pelota, de metras, bingo, juego de redes, total jugar es una actividad muy entretenida para todas las edades.
Así es, para jugar no hay edad. Es muy divertido involucrarse en los juegos de los niños porque nos olvidamos del estrés un buen rato.
Es muy bonito ver unos padres que dedican tiempo para compartir con sus hijos, los juegos siempre traerán diversión y momentos inolvidables. Bendiciones @lilianajimenez 🤗
Gracias por tus palabras. bueno el tiempo que les dedicamos lo exigen ellos mismos. Por ejemplo mi hija Viviana, se aparece con un juego de cartas y comienza a repartirlas y quedas de una vez incluido en el juego y sin escapatoria ja, ja, ja,ja.
Una lectura muy divertida y verdades, cansados por el dia a dìa ni se nos ocurre el juego. Retomarlo es magnìfico.
Me encantaron las fotos de tus hijos y tù esposo, son muy divertidos los juegos que hacen juntos, de manera espontànea, recuerdo que mi hija tenìa una muñeca de tela muy linda y con ella jugaba a ser odontòloga, me da risa recordar lo que hacìa con ella, de tanto jugar con ella se le borrò la boca.
Saludos, niños y adultos muy felices
@tipu curate 8
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Your level lowered and you are now a Red Fish!
Disfruté mucho la lectura de su post, pues el juego constituye un incentivo para mantener la unión y la alegría de su linda familia. Felicidades
Congratulations @lilianajimenez!
You raised your level and are now a Minnow!
Todo cuanto podemos hacer con nuestros hijos puede convertirse en una experiencia de juego, el proceso educativo se enriquece y es más disfrutable. Tu post es una evidencia de ello
Your level lowered and you are now a Red Fish!
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