¿A dónde se va la empatía? (🇪🇸 | 🇺🇸)

  Me gustaría saber ¿a dónde se va la empatía cuando hablamos con alguien más? Sobre todo, cuando la persona a la que tenemos tiempo sin ver apenas te mira, en vez de saludarte lo que te dice es algo así como: "pero mira qué gordo estás! ¿qué te pasó?" o en el caso contrario: "pero si estás flaco! estás enfermo?"

  Y cuando a uno le toca responder, simplemente provoca la respuesta más sarcástica del mundo que suele caer tan mal como el comentario sin escrúpulos que te acaban de hacer. Es allí donde me surge la duda, ¿será que la otra persona lo hace a propósito? ¿o se le sale de manera directa e inconsciente? Yo creo que es un poco de ambas.

  Hablar con personas para nada empáticas nunca deja de sorprenderme.. Para mí es como si quisieran decirte con su comentario fuera de lugar que te pasa algo malo, co,mo si no supieras que estás gordo o tienes un problema hormonal o en la sangre que te hace estar más delgad,o de lo normal.

  Estoy casi segura que lo dicen con esa intención. Casi lo mismo que decir chistes ofensivos de personas que son ciegas o que son sordas, ya sea por nacimiento o por causa de algún accidente. En mi familia es una escuela aprendida de hacer comentarios de esta magnitud, con ánimos burlistas, queriendo hacer un chiste para "quedar bien" pero a la vez ofender al otro sin son ni ton de manera directa.

  Pongo como ejemplo el tema de la obesidad o su extremo, el de estar muy flaco porque la gente no mide lo que dice ni cómo lo dice. Tengo una lucha interna y extr na para romper este tipo de comportamiento que aprendí de mi familia, amistades y conocidos.

  Es decir, qué te cuesta ponerte en los zapatos del otro por un momento antes de decir lo que vas a decir. ¿Crees que decirle gordo al otro lo hará querer estar más delgado? o decirle a alguien deprimido, "no te sientas triste, la vida es bella", el deprimido entrará en una especie de metamorfosis por escuchar tus palabras y ya se sentirá completamente feliz.

  Si, las personas con las que me he relacionado a lo largo de toda mi vida, han sido bastante honestas conmigo, a tal punto decruzar ese límite entre el irrespeto y una falta de conciencia inmensa. Ah, pero cuando al otro le toca responder después que hablaste y te responde de mala manera, allí te preguntas ¿pero ¿qué djuste? Y no es lo que dijiste, sino cómo lo dijiste.

  Yo por mi parte he aprendido a ser directa, es una de las cosas que me encantan de mí misma, pero también cuido mucho de ser respetuosa en todo momento, ponerme en el lugar del otro antes de hablar, ver todo el panorama, entender por qué me dice lo que me dice, cómo me lo dice y caigo en cuenta también con el tono en el que estoy diciendo las cosas.

  Ser empático no es un don, tampoco un superpoder. Ojalá fuera tan sencillo. Es un trabajo diario que requiere práctica, muchísima práctica. También mucha concientización y análisis en tiempo presente, sumando un control alto a nivel emocional. Es difícil, a mí se me hace difícil a nivel emocional. Por lo que sigo trabajando ese aspecto que tanto me cuesta como es el de controlar e identificar mis, emociones.

  Y es que no someone'sndo one te toca a ti identificar los detonantes, morderte la lengua (como dicen por allí) y guardar silencio cuando sólo quieres sacar un vómito verbal para desahogarte porque las heridas que te causa el otro duelen bastante, sobre todo si son heridas producto de otras que aún no sanan del todo.

  No es fácil, pero tampoco imposible. Cuesta mucho repararse uno mismo. Y créanme que me ha tocado muchísimas veces armarme cuando otra persona viene como un torbellino, destruye todo a su paso y se va como si nada.

  Tal vez este post sonó a desahogo y tal vez lo hice con esa intención o bajo ese punto de vista. Hoy sólo quería hablar del tema, sin ánimos de ofender a nadie, sólo hablar de una cruda realidad de las que muchos la toman a mal. ¡Hasta un próximo post, saludos!