Pensar en las cosas que me gustan a veces suele ser un reto, no porque no sepa cuáles son mis gustos, sino porque son demasiadas las cosas que llaman mi atención.

Desde niña, especialmente a mis 8 años de edad, tuve el atrevimiento de mencionar en voz alta que quería ser pintora cuando fuese adulta. La reacción de las personas de mi entorno no fue la más grata, así que olvidé por completo la idea. Sin embargo, el cuerpo habla lo que la mente no puede. Cada vez que alguien me preguntaba qué quería hacer cuando fuese grande, inventaba cualquier otra respuesta en ese momento, pero mi inclinación hacia el mundo de las artes siempre estuvo presente.

Me gustaba bailar, expresar mi creatividad con movimientos al azar al ritmo de una melodía. Me gustaba cantar, aunque la pena siempre haya ganado, disfrutaba seguir con mi voz a quien sí era conocido como un cantante. En el colegio quizás no era la más inteligente, ni la más parlanchina, pero en realidad no me hizo falta serlo porque lograba hablar y decir "aquí estoy yo" a través de mis creaciones a la hora de entregar una evaluación. Colores, pinturas, pegamento, materiales de todo tipo... no me hacía falta nada más que eso, y mi mente se ponía a volar.

Quizás hubiese sido buena en cualquier área de las artes que hubiera elegido, pero trabajar con mis manos para darle forma, sentido y color a algo no pudo más que ninguna otra rama.

Ya de adulta, me peleé contra mi mundo entero y aquí estoy ahora, aprendiendo a hablar con mis manos, porque con mi boca nunca pude hacerlo bien.

Estudio artes visuales y, sin embargo, todavía no sé qué me gusta más, pues me parece injusto decir "esto es mejor que aquello" cuando crear es expresar, y expresar no debe ser solo bueno o bello si lo que vivimos en nuestro interior se transforma día a día. De espléndido a amargo, de amargo a confuso, de confuso a enérgico y de enérgico a ahogado... como una línea de montaña, de forma libre pero continua y sin fin. Así que en ideas no tengo un gusto específico, y en técnicas solo voy trabajando con lo que voy conociendo.

Si hablamos de música, es un poco de lo mismo. Aunque sí puedo decir que no la escucho para alimentar mi deseo sexual, como lo podría ser el reggaetón, el vallenato, la salsa, la bachata... entre otros. De estos géneros, ninguno me simpatiza, y si llegara a caer en alguno es porque simpatizo con el artista y su nueva manera de experimentar en terrenos extranjeros. Por ejemplo, para el reggaetón está “365 - Dariana”, con letra dedicada a quien algunos encuentran ofensivo dedicar en un ritmo como este. Si les hablo de Dios.

Para el vallenato con tan solo escribirlo me causa repulsión, así que cuando digo que nada me gusta, de verdad es nada; y lo siento mucho por quienes sí lo hacen parte de sus gustos.

Para la salsa, está “Mon Laferte - ¿Por qué me fui a enamorar de ti?" que más que el ritmo, me gusta ella y su capacidad vocal. Y si hablamos de bachata, tengo a “Vicente García - Carmesí", canción que disfruto por su letra poética, pues soy una romántica empedernida, aunque aguantada, porque hasta ahora no he hallado a nadie con quien pueda serlo.

Pero si menciono sobre la música que sí me gusta, elijo con mucha facilidad el Bossa Nova, " Pedro mustazini - Eu pensei", además del bolero sin ninguna distinción, “Natalia Lafourcade - Soledad y El Mar”, quizás por la melancolía de sus letras y ritmos.

Pero también elijo las canciones que me hablen de lo grandioso que es mi Señor Dios, para cuando deseo y necesito estar en su presencia, que ahora es casi siempre. "Ale Fdz - vidas” y “Majo y Dan - Volverás", canciones que para mí son las que realmente vale la pena escuchar.

Por otra parte, imaginar mi vida en el futuro está siendo una tarea bastante complicada en estos momentos, porque aunque trabajemos por aquello que queremos, la vida es bastante impredecible, y aún más para los que decidimos seguir a Dios, porque mis deseos dejan de tener valor delante de los suyos. Y comienzo a querer de manera ferviente que Él haga conmigo lo que Él desee.

Por ejemplo, antes solía creer que ser mamá era un impedimento para una vida próspera. Ahora, después de conocerlo, entiendo el verdadero concepto de la palabra prosperidad, que es amar y ser amado; y eso inicia con Dios y continúa en la familia, así que sí, ahora quiero casarme y ser mamá.

Podría decir que para esto quiero vivir… pero si me toca hablar de mi vida profesional podría seguir siendo mamá hogareña, pintando retratos, ilustrando libros, también escribiéndolos porque como se habrán dado cuenta me encanta demasiado escribir. En mi mente no hay más que eso el resto que me toque vivir será porque Dios así lo quiso.

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Les agradezco mucho por leerme y llegar hasta el final.

Hasta pronto.

Muchas gracias por leer.
¡Hasta pronto!

FULL ENGLISH VERSION

Thinking about the things I like is sometimes a challenge, not because I don't know what my tastes are, but because there are too many things that catch my attention.

Since I was a child, especially when I was 8 years old, I had the audacity to mention out loud that I wanted to be a painter when I became an adult. The reaction of the people around me was not the most pleasant, so I completely forgot the idea. However, the body speaks what the mind cannot. Whenever someone asked me what I wanted to do when I grew up, I made up any other answer at the time, but my inclination towards the world of arts was always present.

I liked to dance, to express my creativity with random movements to the rhythm of a melody. I liked to sing, even though sorrow always won, I enjoyed following with my voice the one who was known as a singer. At school I may not have been the smartest, nor the most talkative, but I didn't really need to be because I could speak and say “here I am” through my creations when it was time to hand in an evaluation. Colors, paints, glue, materials of all kinds... I didn't need anything more than that, and my mind was flying.

Maybe I would have been good in any area of the arts I had chosen, but working with my hands to give shape, meaning and color to something could no more than any other branch.

As an adult, I fought against my whole world and here I am now, learning to speak with my hands, because with my mouth I could never do it well.

I study visual arts and yet I still don't know what I like more, because it seems unfair to say “this is better than that” when to create is to express, and to express should not only be good or beautiful if what we live inside us is transformed day by day. From splendid to bitter, from bitter to confused, from confused to energetic and from energetic to drowned... like a mountain line, freely but continuously and endlessly. So in ideas I don't have a specific taste, and in techniques I just work with what I know.

If we talk about music, it's a bit of the same. Although I can say that I don't listen to it to feed my sexual desire, like reggaeton, vallenato, salsa, bachata... among others. Of these genres, none of them appeal to me, and if I fall into any of them, it is because I sympathize with the artist and his new way of experimenting in foreign lands. For example, for reggaeton there is “365 - Dariana”, with lyrics dedicated to someone who some find it offensive to dedicate a rhythm like this. I'm talking about God.

For vallenato, just writing it causes me repulsion, so when I say that I don't like anything, it's really nothing; and I'm sorry for those who do make it part of their tastes.

For salsa, there is “Mon Laferte - ¿Por qué me fui a enamorar de ti?” that more than the rhythm, I like her and her vocal capacity. And if we talk about bachata, I have “Vicente García - Carmesí”, a song that I enjoy for its poetic lyrics, because I am a hopeless romantic, although I have to put up with it, because so far I haven't found anyone with whom I can be romantic.

But if I mention about the music that I do like, I choose very easily the Bossa Nova, “Pedro mustazini - Eu pensei”, besides the bolero without any distinction, “Natalia Lafourcade - Soledad y El Mar”, maybe because of the melancholy of its lyrics and rhythms.

But I also choose the songs that speak to me of how great my Lord God is, for when I want and need to be in his presence, which now is almost always. “Majo y Dan - Vida encontré” and ‘Majo y Dan - Volverás’, songs that for me are the ones that are really worth listening to.

On the other hand, imagining my life in the future is being quite a complicated task right now, because even if we work for what we want, life is quite unpredictable, and even more for those of us who decide to follow God, because my desires cease to have value in front of His. And I begin to fervently want Him to do with me what He desires.

I used to believe that being a mom was an impediment to a prosperous life. Now, after meeting him, I understand the true concept of the word prosperity, which is to love and be loved initiating. That starts with God and continues in the family, so yes, now I want to get married and be a mom.

I could say that this is what I want to live for... but if it is my turn to talk about my professional life I could continue being a stay-at-home mom, painting portraits, illustrating books, also writing them because as you may have noticed I love writing too much. In my mind there is no more than that, the rest of my life will be because God wanted it that way.

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Thank you very much for reading.
See you soon!

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