Me hiciste reír, je, je, je. Sabes, esa hambre permanente que siente puede que no sea “instinto” de supervivencia, me parece más bien “hambre emocional”. El hambre emocional puede ser causada por factores psicológicos, como el estrés, la ansiedad o la depresión, y no necesariamente está relacionada con la necesidad de alimento. Solo para tener en cuenta.
Estoy seguro de que toda madre tiene el instinto protector muy desarrollado, así, no me ha de extrañar que sea una “leona” como bien te describes.
Pese al paso del tiempo, hay instintos que imposiblemente serán reprimidos, pues, son innatos, están grabados en nuestro algoritmo genético. Reprimirlo por un control de la sociedad; bueno, han pasado muchas décadas y aun los preservamos. La idea es, despertarlos en el momento que los necesitemos.
Sí, es lo más seguro, las emociones toman partido en todo y no controlarlo es un problema, pero estoy bien, tengo el peso correcto que sería lo más desagradable.
Saludos