would you like to swop? The side of the bed

Honey, - I began in a soft voice, as if trying not to scare a deer in the middle of the woods, Would you like to swap. Of course, this question was met with a mixture of surprise and she with the half-closed eyes that are usually a prelude to a great interrogation.

Why would you want to trade? What do you mean by that question? she questioned as she arranged her pillow, like someone preparing for a great battle. My wife's wisdom, always ready to put in check any idea of mine, no matter how brilliant it may seem.

Relax love, it's no big deal, would you like to swap our sides of the bed? Certainly the great ideas, are those that you never stop trying and in my case this proposal during the 30 years of marriage every now and then I try it again.

I immediately started from my point of view, a series of logical arguments: -From the left side I have easier to pay the alarm clock, On the right side of the air conditioner gives me the cold in the nose, Imagine dear that you can see the sunrise from a new angle and finally my final argument to change sides: This change will give us a touch of mystery that can fuel the spark. As I strove to give powerful and accurate arguments, she simply smiled, as she turned around, certain that her side was sacred and immovable.

My hope was dissipating, like the smoke of an extinguished candle; but sometimes love is found in those small conflicts, in the laughter we share while discussing a simple side of the bed and although I may never achieve my goal of changing my side in the bed of love, the truth is that each failed attempt is one more encounter to smile and keep trying.

And you dear friend, have you ever tried to make a bed side swap with your wife? Perhaps many have not seen it or have not been aware that all wives always keep a special side in their marital bed.

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En Español

¿Te gustaría intercambiar? El lado de la cama

Cariño, - empecé con voz suave, como si intentara no asustar a un ciervo en medio del bosque, ¿Te gustaría intercambiar?. Por supuesto, esta pregunta fue recibida con una mezcla de sorpresa y ella con los ojos entre cerrados que suelen ser preludio a un gran interrogatorio.

¿Por qué querrías intercambiar? ¿A qué te refieres con esa pregunta? cuestionó mientras acomodaba su almohada, como quien se prepara para una gran batalla. La sabiduría de mi esposa, siempre lista para poner en jaque cualquier idea mía, por más brillante que parezca.

Tranquila amor, no es nada del otro mundo, ¿te gustaría intercambiar nuestros lados de la cama? Ciertamente las grandes ideas, son esas que nunca dejas de intentarse y en mi caso esta propuesta durante los 30 años de matrimonio cada cierto tiempo lo vuelvo a intentar.

Inmediatamente inicié desde mi óptica, una serie de argumentos lógicos: -Desde el lado izquierdo tengo más facilidad para pagar el despertador, En el lado derecho del aire acondicionado me da el frío en la nariz, Imagina querida que podrás ver el amanecer desde un nuevo ángulo y por último mi argumento final cambiar de lado: Este cambio nos dará un toque de misterio que puede avivar la chispa. Mientras me esforzaba en dar poderosos y certeros argumentos, ella simplemente sonreía, mientras daba la vuelta, segura de que su lado era sagrado e inamovible.

Mi esperanza se disipaba, como el humo de una vela apagada; pero a veces el amor se encuentra en esos pequeños conflictos, en la risa que compartimos mientras discutimos un simple lado de la cama y aunque quizás nunca logre mi objetivo de cambiar mi lado en el lecho de amor, lo cierto es que cada intento fallido es un encuentro más para sonreír y seguir intentándolo.

¿Y usted estimado amigo ha intentado hacer un intercambio del lado de la cama con su esposa? quizás muchos no lo han visto o no han tenido conciencia de que todas las esposas siempre mantienen un lado especial en su cama matrimonial.